EL CERRO QUILISH Y LA MINERIA DEL ORO EN CAJAMARCA

RP. Soc. Marco Arana Z.


 “La posibilidad de explotar el yacimiento de oro del Cerro Quilish es una oportunidad que representa empleo y progreso para Cajamarca y el Perú. Quilish no es un problema ambiental… Yanacocha es respetuosa de la ley y cree en el marco jurídico existente. Yanacocha invierte y apuesta por el Perú con excelencia ambiental y responsabilidad social.”

       MINERA YANACOCHA SRL. Ayuda Memoria Cerro Quilish.  Enero 2002  

“Minera Yanacocha nunca cumple.  Ensucian los canales de agua, meten sus máquinas donde quieren.  No hay respeto porque somos campesinos.  Nos dijeron que el cerro Quilish no iban a tocar.  Hoy sabemos que han apelado a Lima y allí buscan el compadrazgo y seguro que nos van a ganar.  Señor representante del gobierno, en nombre de los campesinos, pedimos que ojalá se anule este juicio que sigue Minera Yanacocha.  Si no es así,  otra Flor de la Frontera será. ¡Juro que mi sangre será derramada en defensa del Cerro Quilish, en nombre de mis hermanos campesinos, por Dios y por la Virgen María vamos a derramar nuestra sangre para hacernos respetar!  Somos campesinos y esperamos que esta vez Minera Yanacocha cumpla.”

 

Eriberto Ventura Castrejón. Dirigente Rondero de la Comunidad de Tual, asentada en las faldas del Cerro Quilish. Mesa de Diálogo del CTAR.       Enero del 2002 

 


 

INTRODUCCION

Un estudio auspiciado por la Municipalidad de Cajamarca, con participación de varios investigadores universitarios, entre los que destaca el Dr. Nilton Deza, docente e investigador de la Escuela de Postgrado de la Universidad Nacional de Cajamarca, ha mostrado que el Cerro Quilish que Minera Yanacocha quiere explotar, es una área de bofedales (ecosistema pantanoso - ribereño), sumamente sensible a cualquier remoción de tierras importante, y su importancia fundamental tiene que ver con que este cerro es el colchón hídrico donde se originan las aguas de los ríos Grande y Porcón, que abastecen con el 70% del agua que consumen los pobladores de la ciudad de Cajamarca (140 mil habitantes). Por lo demás, un reciente dato aportado por ingenieros del GRUFIDES, muestra que el Cerro Quilish se encuentra situado a sólo 8 km arriba de la planta de agua potable El Milagro  donde se da el tratamiento al agua que abastece el consumo humano de la ciudad, y no a 12 km. como sostiene la empresa minera ante las autoridades del gobierno en la exposición de sus motivos para explotar el Cerro Quilish.[1]

En 1993, la empresa Minera Yanacocha anunciaba que el Cerro Quilish tenía reservas de 333 mil onzas de oro, sin embargo, después de culminadas las labores de exploración realizadas durante los años 1995-2000, la empresa minera ha declarado la existencia de reservas probables y probadas que ascenderían “a 3.700,000 onzas de oro recuperable. Adicionalmente, el yacimiento contiene 500,000 onzas de oro potencialmente recuperable…”[2] Si como se sabe oficialmente, los costos cash de producción por onza de oro de Minera Yanacocha son los más bajos del mundo (US $ 97 promedio) y los valores de venta actuales son de aproximadamente US $ 325,  la explotación del Cerro Quilish constituye un extraordinario negocio que bien puede valer la pena, —para la empresa minera—, avasallar los intereses y el derecho de los cajamarquinos a disponer de agua suficiente y de calidad garantizada para su salud. Oro o vida sana, son los polos del conflicto que enfrentan a los campesinos de Cajamarca con los empresarios mineros. Hoy por hoy, los tribunales de justicia locales le han dado la razón a la Municipalidad Provincial de Cajamarca que ha dado una ordenanza municipal declarando la intangibilidad del Cerro Quilish y las cuencas del Río Porcón, pero la empresa minera busca que esos fallos judiciales sean revertidos a su favor por el Tribunal Constitucional en Lima, ese el fundado temor de los campesinos, de que una vez más la justicia sea pisoteada argumentando razones de Estado, como dice la empresa minera en la exposición de motivos ante el Ejecutivo para defender la explotación del Cerro Quilish: “Es preciso evitar un precedente que afectaría el desarrollo y el progreso de Cajamarca y el Perú”, como si de manera automática los intereses de la empresa privada fueran los de todo el país.

 

UN POCO DE HISTORIA RECIENTE SOBRE LAS RELACIONES COMUNIDAD Y EMPRESA MINERA

  1. El Inicio de la Relación Empresa Minera y Comunidades Campesinas se funda en el Abuso Minero:

Los conflictos entre la comunidad y la empresa minera por el Cerro Quilish se iniciaron el año 1993, en que Minera Yanacocha se propone ampliar las áreas de exploración para ampliar sus reservas auríferas, para ello ingresa de manera abusiva e ilegal en las tierras de los campesinos del Quilish. Haciendo despliegue de personal armado y altavoces los mineros hacen ingresar maquinaria pesada a las tierras de los campesinos, con la finalidad de abrir trochas carrozables y construir seis plataformas de concreto armado para anclar en ellas las máquinas perforadoras. Ante los reclamos repetidos de los campesinos lugareños, la empresa minera representada por el Ing. Julio Escalante ejerce presiones diversas para obligar a los campesinos a venderle sus tierras a precios irrisorios de S/. 100 y S/. 140 nuevos soles por hectárea.

  1. La Empresa se Sirve de la Desprotección de los Derechos de los Campesinos y de un Estado que Sirve la Mesa sólo a unos Pocos:

Entre los meses de agosto a noviembre de 1993, los campesinos acuden a diversas autoridades locales para presentar sus quejas ante el Alcalde Provincial de Cajamarca, el Gobernador, el Juez de Tierras y el Fiscal Provincial; en algunos casos ni se les recibe y en otros simplemente se les dice lo mismo que les habían dicho los Ings. Julio Escalante, Felipe Injoque, Carlos Santa Cruz de Minera Yanacocha: la propiedad de los campesinos es sólo del suelo, el subsuelo es del Estado, y éste ha concedido los permisos correspondientes; de no aceptar los campesinos la venta de sus tierras a la empresa minera simplemente se procederá a expropiaciones o los mecanismos de concesión minera previstos en la Nueva Ley de Minería. Por lo demás, los voceros de la empresa minera arguyen que ofrecieron precios generosos, superiores al valor legal de las tierras que por ser de altura (3,000 a 4,000 m.s.n.m) en caso de expropiaciones se  pagaría únicamente precios de arancel que no son mayores de S/. 60 nuevos soles.[3]

 En este contexto de abuso y prepotencia —y de entusiasmo de las autoridades urbanas que veían en la mina la oportunidad de captar nuevos ingresos por concepto de canon minero—, los campesinos se hallan totalmente desprotegidos para el ejercicio ciudadano de sus derechos, y, la empresa minera, de manera absolutamente ilegal, prosigue con sus labores de exploración en los terrenos de los campesinos. Una vez concluidas las labores, la maquinaria y personal de seguridad de la mina se retiran, dejando en el terreno las huellas de su delito de la usurpación: cientos de metros de trochas carrozables, seis plataformas de concreto armado y decenas de bloques de cemento con anotaciones de sus labores de perforación de cuyas hendiduras brotan sustancias extrañas de textura gelatinosa y jabonosa amarillas, grisáceas y rojizas que contaminarán las aguas en que los pastores abrevan su ganado.[4] Ante los reclamos de los campesinos a los empresarios mineros estos siempre les responden con el argumento inexorable de la compra-venta de las tierras. Los campesinos acuden a la Parroquia “Cristo Ramos” de Porcón para solicitar apoyo, allí inicialmente se busca un proceso de intermediación con la alta gerencia de la empresa minera, la que niega la veracidad de los hechos denunciados por los campesinos.[5] Ante el fracaso de las mediaciones que realicé en repetidas ocasiones, siendo entonces párroco de Porcón, para que la minera indemnice a los campesinos por los daños realizados en sus tierras y limpie las zonas contaminadas. [6]

 En diciembre de 1993 los campesinos presentan una denuncia por usurpación de tierras y tentativa de estafa ante la Fiscalía Superior Decana de Cajamarca. Las investigaciones durarán varios meses, y finalmente el 22 de febrero de 1994, se llega a un proceso de negociación extrajudicial por el cual la empresa minera indemniza a las familias campesinas denunciantes a razón de S/. 4.41 nuevos soles /m2 de tierras perjudicadas (cifra espectacular si se tiene en cuenta que el precio de compra que ofrecía la empresa minera era de S/. 0.08 /m2). Los campesinos del Quilish, empoderados por este proceso de negociación, deciden no vender sus tierras y la empresa minera se ve obligada a reconocer que había cometido serias faltas contra los derechos de propiedad de los campesinos y temporalmente desiste de su propósito de comprar tierras. En cuanto al tema de la contaminación en las plataformas, la empresa realiza rápidos procesos de limpieza que impiden incluso que pueda hacerse una investigación oficial del problema.

  1. La Inversión Social de la Empresa Minera y la Política del Garrote y la Zanahoria:

Al cabo de algunos años, hacia los años 1996-1998, una vez cesados los conflictos con los campesinos del Quilish, y gracias a una inteligente política de contratación de mano de obra campesina lugareña para las labores temporales de acondicionamiento de campamentos o abertura de carreteras, y, la realización de una que otra obra civil en la zona (escuela, templos, captaciones de agua); varias familias campesinas fueron convencidas para vender sus tierras del Cerro Quilish a la empresa minera. Según la propia empresa minera, serían 251 hectáreas las que comprende el proyecto minero Cerro Quilish, algunas de las cuales les habrían sido vendidas (¿o revertidas?) por un antiguo pastor bautista que desde los años 70 trabajó en la zona,[7] la mayor cantidad de tierras se habría adquirido a los propios campesinos lugareños. Sólo que, en esta oportunidad, la empresa minera ha pagado precios mucho mayores a aquellos ofrecidos en 1993 (antes S/. 100 nuevos soles/ha., ahora aproximadamente S/. 1500 nuevos soles/ha.) con lo cual la empresa minera es actualmente propietaria de todo el Cerro Quilish y ha concluido sus labores de exploración y de construcción de carreteras que han dejado la zona expedita para su explotación. Según propia confesión de la empresa minera, habría invertido aproximadamente US $ 9’000,000 en trabajos de exploración y otros estudios que han permitido encontrar este valioso yacimiento minero”.[8] Cabe preguntarse realmente ¿cuánto dinero han invertido en la compra de tierras de los campesinos 

  1. La Sociedad Civil y el Gobierno Local Defienden el Cerro Quilish

Hacia el año 2000, con una nueva administración en el gobierno local, se realizó un trabajo técnico a instancias del Alcalde Gral(r) Jorge Hoyos Rubio. A partir de ese estudio, en el que participan un nutrido grupo de profesores universitarios de la Universidad Nacional de Cajamarca, la Municipalidad Provincial, con acuerdo unánime del Concejo de Regidores emite, con fecha 05 de octubre 2000, la Ordenanza Municipal 012-2000-CMPC, la que declara como Zona Reservada Protegida Municipal Provincial al Cerro Quilish y a las cuencas de los ríos Grande y Porcón. Con este dispositivo legal, sin precedentes en el país, la Municipalidad Provincial busca proteger los acuíferos que alimentan al Valle de Cajamarca, y por tanto que garantizan la calidad del agua que consume la población de Cajamarca

En la ciudad de Nueva York, el 11 de enero del 2001, voceros de la Newmont Mining Corporation, en audiencia internacional y ante preocupaciones expresadas por un grupo de senadores norteamericanos que inquieren al Banco Mundial dé explicaciones sobre un préstamo a minera Yanacocha para explotar el Cerro Quilish, lo que afectaría el bienestar de miles de campesinos pobres y de toda la población de Cajamarca, los voceros de la empresa Minera Yanacocha sostienen que no habrá explotación del Cerro Quilish sin que previamente haya una licencia legal y social para hacerlo.[9] En Cajamarca, el eco de esta audiencia causa una cierta tranquilidad entre la población y las organizaciones informadas, que esperan un cambio de actitud de la empresa Minera Yanacocha para con la comunidad. Sin embargo, a lo largo de estos meses lo que se ha visto es que la empresa, no está dispuesta a renunciar a sus propósitos de explotar el Cerro Quilish, sino que busca por todos los medios legitimar su acción.[10] 

  1. Esfuerzos de Concertación Interinstitucional Para la Defensa del Cerro Quilish:

En el mes de julio del 2001, a iniciativa de la Municipalidad Provincial de Cajamarca, la que estaba siendo fuertemente presionada por la movilización ciudadana, se constituye en Cajamarca la Comisión Multisectorial de Impactos Ambientales y Socioeconómicos de la Minería. Esta Comisión es presidida por el Dr. Nilton Deza; el autor de este artículo; la economista Ina Silva; la profesora Elena Sánchez; el regidor de la Municipalidad de la Encañada, periodista José Suárez; y el profesor David Saldaña, presidente de la Asociación Civil Valle y Vida. Prontamente, la Comisión Multisectorial es respaldada por más de 35 organizaciones sociales de bases urbanas y campesinas, instituciones civiles varias y ONGs locales que se reúnen periódicamente para trabajar la “Propuesta de Plataforma de Defensa del Medio Ambiente” que había sido sistematizada por una comisión formada ex profeso por varios concejales de la Municipalidad Provincial de Cajamarca, entre quienes destaca la Sra. María Eugenia Castillo.

 Discutida la problemática ambiental y social planteada por la minería en Cajamarca, los acuerdos se centran en la defensa de la Ordenanza Municipal 012-2000-CMPC. El 28 de agosto de este mismo año, se realiza una multitudinaria marcha de miles de pobladores urbanos y campesinos hacia el Cerro Quilish, los campesinos plantan cientos de estacas de sauco en la zona declarada de reserva (emblemáticamente las estacas son pintadas con los calores del pabellón nacional), mientras que otros ciudadanos izan la bandera nacional en la cumbre del cerro. Los carteles que se plantan en el cerro y se portan en la manifestación son elocuentes: “vida sí, oro no”; “defendamos la intangibilidad del Cerro Quilish”, “la vida es un tesoro que vale más que el oro”, “la vida no se vende, la vida se defiende”, etc.[11]

 

En la homilía de la misa celebrada ese día, interpretando el sentir religioso de todos los presentes, se dijo:

“Como nos ha referido la primera lectura de la Biblia: los hombres y mujeres siempre estamos amenazados de idolatrar el oro, la riqueza y el poder. Nos fabricamos dioses con las manos, colocamos el oro por encima del valor de la vida misma. En ese contexto, el Quilish es sólo unas toneladas de oro, no importa si es el cerro en el que los campesinos han depositado desde siempre ofrendas para la protección de sus chacras, de la cantidad y limpieza de sus aguas, o la administración de la justicia misma. El Quilish, para los campesinos de aquí todavía es el APU, el cerro protector de toda vida terrestre y celeste. Paganismo panteísta, podrían decir los que no entienden que la relación con la naturaleza es para los campesinos el delicado hilo sobre el que se sostiene toda la vida y que piensan que el agua la fabrican las embotelladoras San Luis, San Carlos o Socosani, y no que nos la prodiga la madre naturaleza en quien Dios puso todo lo necesario para que los hombres y mujeres vivamos dignamente, pero no vorazmente. El Quilish está a punto de sernos arrebatado, el destino que los mineros quieren dar al Quilish es el de convertirlo en unos millones de dólares que les llenarán los bolsillos, sin importar a cuántos el Quilish sirva como fuente de agua, y, por tanto, como fuente de vida. Hoy estamos para decirnos a nosotros mismos que en presencia de Dios queremos renunciar a la avaricia del oro; y que no vamos a permitir que otros conviertan a nuestra fuente de agua en un puñado de oro para saciar su codicia; que no vamos a permitir que su idolátrica forma de vida que todo lo sacrifica al ídolo del oro se perpetre sin importarles cuantas vidas dependan de esta nuestra fuente de agua.

“De qué servirá que al presente, los dueños de la mina o nuestros gobernantes quieran obtener riquezas a costa de envenenar nuestra agua, nuestros suelos o nuestro aire. ¿No tenemos temor de que de todo esto se nos pedirá cuentas un día? La vida cristiana no sólo es un pensar en el disfrute al presente; creemos en un Dios que nos ha hecho para vivir con El, y por tanto nuestra vida tiene un sentido no sólo mundano sino ante todo trascendente, pero cómo podremos trascender, si lo único que nos preocupa es el atesorar al presente, sin importarnos nuestra vida, al futuro, con Dios; y la vida a futuro de las generaciones que nos precederán en el tiempo. ¿Qué les diremos un día los cajamarquinos del campo y de la ciudad a nuestros hijos y nietos: “beban agua envenenada?”; ¿miren las fotos de las riquezas que aquí habían y que nosotros no supimos explotar racionalmente porque sólo queríamos beber y darnos la gran vida? ¡Qué necia puede ser nuestra vida!: pensar que ampliando las minas, como el hacendado de la parábola del que nos cuenta Jesucristo que quería ampliar sus graneros, ¿para qué?, pensando que su vida sólo consistía en tener y tener, en atesorar y atesorar ¿Qué ocurrirá si Dios nos dice hoy: “necios, mañana mismo reclamaré su alma? Los mineros y los que han vendido estas tierras por un poco de dinero ¿no tendrán un día temor de encontrarse con las generaciones condenadas a morir en un mundo convertido en cloaca o basurero de la voracidad y avaricias del presente?

“Que por nuestra indiferencia o inacción, por nuestra falta de unidad y solidaridad no se permita una sola vez más que los mineros abusen de su poder sometiendo a los campesinos de estos lugares como lo hicieron en 1993. No permitamos más abusos como los que se cometieron entonces.

“Que los que hoy estamos reunidos aquí ante el altar podamos hacer un compromiso con Dios y con nosotros mismos: para que el Quilish no sea sacrificado al ídolo de la avaricia y la riqueza, y bien sabemos que no todo se resolverá con estar aquí porque la ambición no tiene fin. Por eso mismo, que nuestra lucha por defender la vida, nuestro derecho al presente y al futuro de vivir en un mundo sano no tenga ni precio ni fin.“Que todos nos sintamos convocados, desde nuestra fe en el Dios de la Vida, a seguir luchando porque el Quilish no sea sacrificado por la voracidad de los mineros.“Que hoy pueda comenzar una nueva etapa de nuestra vida cristiana, de nuestra lucha en favor de la vida que Dios nos ha regalado como don precioso.“Que el Dios de los Cielos, el Dios de Jesucristo, nos bendiga con el agua de este cerro, que Dios mismo un día hizo brotar para darnos la vida en abundancia.[12]

 

  1. “El Imperio Minero Contrataca”:

Frente a todas las iniciativas ciudadanas para defender el Cerro Quilish que nos han convocado a las autoridades del Gobierno Local, a los ciudadanos del campo y de la ciudad, a personas de diversos credos religiosos y adhesiones políticas o ideológicas, la reacción de la empresa Minera Yanacocha no se ha hecho esperar, y, con fecha  5 de enero 2002, interpuso una acción de amparo que se sustenta en la supuesta incompetencia del Concejo Municipal Provincial de Cajamarca para crear zonas reservadas protegidas o áreas naturales protegidas y los derechos a la propiedad predial y la libertad de trabajo de la empresa minera.

En este estado de cosas, el caso fue llevado a los tribunales justicia de Cajamarca los cuales resolvieron, en el Primer Juzgado Civil de Cajamarca y en la Corte Superior de Cajamarca, la pertinencia jurídica de la Ordenanza Municipal 012-2000-CMPC, desestimando la acción de amparo y los argumentos de la defensa de Minera Yanacocha. El dictamen judicial sostiene que si bien la empresa minera tiene derecho a la propiedad predial y a la libertad del trabajo, prima sobre estos derechos privados el derecho público de la salud y el bienestar de toda la población de Cajamarca.

Por su parte, la empresa Minera Yanacocha ha apelado al Tribunal de Garantías Constitucionales pidiendo se declare la inaplicabilidad de la Ordenanza Municipal 012/MPC, y en un afán desesperado por conseguir la autorización legal que le permita explotar las inmensas riquezas yacentes en las entrañas del Cerro Quilish, la empresa minera ha procedido a realizar diversos niveles de presión ante las más altas autoridades del país con la intención manifiesta de conseguir el fallo favorable del Tribunal de Garantías Constitucionales. En carta dirigida al Sr. Carlos Bruce Montes de Oca, Ministro de la Presidencia, con fecha 26 de febrero 2002, respetuosamente le advierte: “debemos señalar que tanto la Ordenanza Municipal como el Proyecto de Ley (para declarar la intangibilidad del Cerro Quilish) constituirían actos confiscatorios que afectarían gravemente no sólo nuestras actividades mineras sino en general el desarrollo de las actividades productiva, creando un clima de inestabilidad jurídica que desalentaría la inversión en el país” , más adelante haciendo gala de un supuesto carácter mesiánico salvífico de la empresa minera para Cajamarca y el Perú, sostienen: “Es preciso evitar un precedente que afectaría el desarrollo y el progreso de Cajamarca y el Perú …Asimismo, debemos señalar que la Ordenanza Municipal que crea el Area Protegida de Quilish, sienta un peligroso precedente no sólo para la industria minera sino en general para la actividad productiva nacional, ya que así como hoy se paraliza por esta vía un importante proyecto minero, podría más tarde paralizarse cualquier otro proyecto productivo.”[13] Con lo cual la empresa minera desconoce que también es potestad jurídica de los gobiernos locales proteger la salud y el bienestar de sus poblaciones. 

La minería no es una actividad productiva cualesquiera, sus impactos ambientales negativos de lejos se diferencian de aquellos que, por ejemplo, crean el turismo, la ganadería o la artesanía. Si hay un “peligroso precedente”, éste no radica en una Ordenanza Municipal, que según la legislación peruana tiene rango de ley, sino en que haya una empresa minera super-rentable que no está invirtiendo lo suficiente para mitigar los terribles impactos ambientales que está generando en la región, y que tampoco está haciendo lo suficiente para contribuir a la lucha contra la pobreza y el desarrollo sostenible de la región.[14]

  1. La Mesa de Diálogo de Cajamarca:

Es irónico decirlo a estas alturas, pero desde el año 1993, el Dr. Nilton Deza y yo veníamos planteando a altos ejecutivos de la empresa minera para que se instalara un laboratorio para detección de metales pesados en Cajamarca, un laboratorio que estuviera en manos de una administración interinstitucional transparente. Es más, en las visitas guiadas que la empresa minera promueve de delegaciones hacia las instalaciones de la mina, cuando un grupo de estudiantes universitarios, preguntó al guía de la visita por qué si la empresa sostiene que no hay contaminación, la Asociación Civil ECOVIDA dice lo contrario, la respuesta que se les dio es que los de ECOVIDA mienten porque no se les compró “su laboratorio para que jueguen” 

En noviembre del 2001, luego de que miles de cajamarquinos, del campo y de la ciudad paralizaran la ciudad, asediaran las instalaciones de la empresa del agua SEDACAJ, y las oficinas de Minera Yanacocha, en las que se causaron reprobables daños contra la propiedad; recién se instaló una Mesa de Diálogo propiciada por las más altas autoridades del Poder Ejecutivo.[15] Los temas puntuales eran dar solución a los problemas de contaminación de las aguas de Cajamarca. Pese a las exigencias de la población, Minera Yanacocha, hizo todo lo necesario para lograr que en el acta de establecimiento de la Mesa de Diálogo no figurara el tema del Cerro Quilish como punto de agenda específico ya que este tema se hallaba en manos del poder judicial, por el contrario se optó por la fórmula más genérica de “protección de los acuíferos

Epílogo

El tiempo ha transcurrido, y hoy, a ocho meses de negociaciones un tema fundamental de la preocupación de las organizaciones cajamarquinas, es el respeto de la Ordenanza Municipal que declara la intangibilidad del Cerro Quilish y las cuencas de los ríos Grande y Porcón. Es urgente, que se atienda este pedido de los cajamarquinos, no es preciso que la sangre de los campesinos o las formas de protesta ciudadanas tengan que conducir a violentos enfrentamientos 

Debemos evitar que llegar que la inacción o la insensibilidad de nuestras más altas autoridades locales y nacionales den las espaldas, a las legítimas aspiraciones y derechos fundamentales de todo un pueblo. Sepan que lo que antes fue sólo un rumor del pueblo es hoy un grito en cuello de la gran mayoría de los cajamarquinos, y es que, el dolor del pueblo no podía ser ya mayor después de la herida abierta del desastre ambiental de Choropampa, y de que, a lo largo de estos años de irresponsable manejo ambiental de la empresa minera, miles y miles de truchas y sapos han muerto en los ríos y canales que se hallan relacionados con las zonas de explotación Minera Yanacocha, ellos, “los animales, lo supieron antes que los cristianos, como en los temblores de tierra” dice el poeta  Borges,[16] o en palabras más sencillas de una anciana campesina cajamarquina: “los de la mina dicen que no hay aguas contaminadas, pero mi burro, mi caballo, cuando los llevo a beber no quieren tomalo esas aguas, hasta mis animales saben que hay contaminación, los de la minera no”. 

En la defensa del Quilish ha llegado la hora en que los cajamarquinos y nuestras autoridades, el propio Tribunal Constitucional de la República, habremos de apostar por la racionalidad y la vida en contra de la irracionalidad de la avaricia y la codicia de los empresarios mineros.

 Cajamarca, 24 de Junio del 2002.

Fiesta de San Juan Bautista y día de los campesinos del Perú

 

ANEXO 

TESTIMONIOS DE LOS CAMPESINOS DEL QUILISH - PORCON

 

“Don José Encarnación Huaripata Castrejón y su familia así como el resto de copropietarios y poseedores no hemos podido oponer resistencia alguna en virtud del alto número de personas, pertenecientes a la Empresa Minera, las cuales han ingresado a la parcela haciendo uso de maquinaria pesada, vehículos, así como de numerosos agentes de seguridad de la misma mina quienes portaban permanentemente escopetas y diversas armas de fuego”[17]

            “En efecto señor Fiscal Decano, el ingeniero Escalante, exigió a don Concepción Zambrano Chilón, hijo del copropietario Espíritu Zambrano Gastelomendo la venta de sus tierras a un precio de S/. 120.oo nuevos soles por hectárea, ante su negativa y debido al irrisorio precio ofrecido, el ingeniero le respondió ‘a las buenas se paga, a las malas habrá juicio”[18]

            “Igualmente, José Encarnación Huaripata Castrejón, que tiene su parcela en el sector de Coremayo refiere que los representantes de la mina le han ofrecido 140 nuevos soles por hectárea ya que el precio de arancel es de sólo S/. 40.oo nuevos soles, además de que la tierra es del estado (sic.) y a las malas el Estado pagará cuando quiera y después de juicio. Eulogio Castrejón Alonso también copropietario en el sector de la Chinalinda refiere que los ingenieros representantes de la mina le han prohibido que pastee su ganado y que al oponerse ha sido amenazado por el personal de seguridad de la Empresa Minera los cuales vinieron con armas de fuego”.[19]


[1] Cfr. MINERA YANACOCHA SRL. Ayuda Memoria Cerro Quilish. 27 - 02 -   2002. Pág.  1

[2] Ibíd. Pag. 2

[3] En ocasiones los voceros de la empresa minera han argumentado que ofrecieron a los campesinos precios de mercado, lo cual no es cierto, ya que por ejemplo para el año 2001 en una zona próxima al Quilish, la Parroquia “Cristo Ramos” adquirió un terreno de aproximadamente 700 m2 para la construcción de una Capilla, el costo fue de S/. 2,000 nuevos soles. Por lo demás, los precios preferentes de tierras en la zona se guían no por criterios de mercado sino sociales y culturales, como lo reconoce una consultoría contratada por la propia empresa Minera Yanacocha: “es sabido que en sociedades tradicionales el precio (de las tierras) es fijado más por la naturaleza de la relación entre las parte que por el objeto de la venta”. Cons. GRADE, Gran Minería y Comunidad. Setiembre 2000. Pág. 10

[4] Hay testimonios extensos de esta problemática en el video: “Yanacocha, la Mina que No Contamina” que fuera producido por la Parroquia “Cristo Ramos” de Porcón el año 1993. Los medios de comunicación local escritos de los meses de noviembre a diciembre de eso año también dan cuenta de las denuncias y malestar de los campesinos por los problemas ambientales suscitados.

[5] En noviembre y diciembre de 1993, hubieron hasta tres reuniones del Obispo de Cajamarca, el P. Felipe Cogorno y yo con los Ingenieros Santa Cruz, Jorge Goto Osada, Injoque y Harris,

[6] En más de tres oportunidades hubieron reuniones amistosas con los Ingenieros Santa Cruz y Felipe Injoque en nuestra Casa Parroquial en Porcón, muchas de estas reuniones fueron infructuosas, debido a que la empresa no admitía la violación de los derechos de los campesinos y temía que los problemas en Porcón repercutieran en otras comunidades campesinas donde habían comprado tierras o esperaban hacerlo. Don frecuencia se veía a los campesinos en términos despectivos: “sólo quieren sacar dinero”, “aprovecharse de la empresa”. Siente años después, en el tratamiento del desastre ambiental de Choropampa, ante los reclamos de los campesinos para obtener indemnizaciones, estos argumentos se volverían a escuchar de parte de los empresarios mineros y de las autoridades que actuaron coludidos con ellos. El aprendizaje social de los empresarios de Minera Yanacocha, debe ser el más caro de la región o del mundo.

[7] Según diversos testimonios de los campesinos del lugar, la Misión Bautista representada por un pastor americano que trabajaba en la zona haciendo labor misionera y construyendo sistemas de agua, llevaba siempre  máquinas de perforación y de medición consigo. El mencionado pastor compró unas cincuenta hectáreas que sólo delimitó con un muro de piedra y forestó con pinos, hacia fines de los años 80 se retiró del país, a inicios de los noventa Minera Yanacocha comenzaba a operar en la zona aledaña y hoy es propietaria de las tierras que habrían sido del misionero bautista.

[8] Cfr. YANACOCHA, Ayuda Memoria Cerro Quilish. Pág. 6

[9] Los senadores norteamericanos que han intervenido con preocupación por la explotación del Cerro Quilish, fueron bien informados de la problemática local por dos reconocidas ONGs internacionales: OXFAM y Project Underground, esta última asesoró la denuncia interpuesta por las rondas campesinas  FEROCAFENOP de Cajamarca en contra de la Newmont Mining Corporation ante tribunales americanos.

[10] De fuentes bien informadas, que participaron hace algunos meses en una conferencia internacional sobre industrias extractivas en Canadá, sabemos que Minera Yanacocha está viendo las mesas de diálogo del CTAR y de la CAO, como los mecanismos para esa legitimación social. Justamente este es el punto que puede amenazar toda posibilidad de diálogo, ya que éste es concebido sólo en su carácter instrumental unilateral, debido a ello Minera Yanacocha se ha negado sistemáticamente a que la Mesa de Diálogo del CTAR aborde los temas relacionados con el Quilish, tema que ni siquiera quería que figurara en las actas de las reuniones de Mesa de Diálogo; mientras que en el exterior presenta que esta mesa está tratando el tema del Quilish con la población.

[11] Los letreros y la bandera nacional permanecieron durante varios meses en la zona, al poco tiempo la empresa minera o gente vinculada a ella han destruido todos estos símbolos. Los campesinos vieron como una especial afrenta el que la empresa minera se haya apropiado de la bandera nacional plantada en la cumbre del cerro y que no la haya devuelto a sus propietarios. Por lo demás, muchos de los letreros plantados pertenecían a instituciones cajamarquinas, entre ellos dos pertenecían a la Municipalidad Provincial de Cajamarca.

[12] Fragmentos de la homilía pronunciada en el Cerro Quilish. 28 de Agosto 2001. Homilía que provocara las iras de la empresa Minera, la que en un medio de comunicación local, valiéndose de campesinos próximos a la empresa, publicaron primeras páginas acusando a los sacerdotes de “falsos profetas” y “promotores de ideas panteístas”.

[13] El documento está firmado por Federico Schwalb Helguero, Gerente General de Minera Yanacocha.

[14] El citado documento sostiene que la empresa minera habría invertido en “proyectos de desarrollo rural (…) casi 18 millones de dólares entre 1993 y 2000” Cfr. Doc. Cit. Pág.  8. Cómo explicar entonces que según el Mapa de la Pobreza de Foncodes 2000, Cajamarca se ubica ahora en el segundo lugar y no en el cuarto lugar como hace diez y nueve años atrás. Dejando para otro momento el tema técnico de los métodos de medición y los indicadores utilizados, lo cierto es que, Cajamarca es uno de los departamentos más pobres del Perú. Simplemente, 18 millones de dólares habrían contribuido a cambios notables. Hay sobradas razones para creer que de esos 18 millones, la mayor parte corresponderían a los gastos en que minera ha incurrido en paliar los daños causados en Choropampa. Lo mínimo que se le debe exigir a la empresa es seriedad en afirmaciones que pretenden convencer a altos funcionarios del gobierno, para ello es necesario que Minera Yanacocha publique los montos desagregados, los lugares y los destinos que han tenido esos fondos.

[15] He recordado, con pesar, una amable conversación sostenida con un alto ejecutivo de la empresa minera en el aeropuerto de Cajamarca el año 1999, le solicité que la empresa minera implemente el laboratorio acudiendo para ello un argumento ad hominen simple: “con un laboratorio en cuyos resultados creamos los pobladores de Cajamarca, la propia empresa se beneficiaría. Si como dicen Uds. no hay contaminación, un laboratorio conducido interinstitucionalmente por organizaciones cajamarquinas así lo certificaría y todo estaría bien, de lo contrario se harían las correcciones necesarias”. La respuesta del ejecutivo no se hizo esperar: “la ley no dice que las empresas mineras deban andar implementando laboratorios independientes, para eso la propia empresa minera y el Ministerio de Energía y Minas realizan planes de monitoreo, y estos demuestran que no hay contaminación”.

[16] Los biólogos hablan de la muerte de estas especies como bioindicadores de contaminación ambiental que es preciso estudiar y tomar medidas correctivas, más aún, si como científicamente se sabe que estas especies se hallan íntimamente relacionadas en el ecosistema: los sapos cumplen la función de fagocitar larvas de insectos o insectos, creando un delicado equilibrio ecológico, su desaparición no es sólo por la nostalgia de la desaparición de todos los sapos de Chilincaga (toponimia quechua que en español significa “cerro de los sapitos”) comunidad que se ubica en la cabecera del Río Porcón y en donde hasta los años 94-95 abundaban diversas especies de sapos.

[17] Fundamentos de hecho, Nro. 4. Copia de la denuncia ante el Ministerio Público, 02.12.1993.

[18] Fundamentos de hecho, Nro. 10. Ibíd.

[19] Ibídem. La denuncia de la ostentación de armas de fuego no es exagerada, el personal de seguridad de la mina entonces eran “80 hombres preocupándose por la seguridad de la mina y la defensa contra atracos del Sendero Luminoso (sic.) todos son forasteros, todos ex-soldados de la marina. Son reclutados y entrenados por oficiales jubilados de la marina, que han fundido un cuerpo de guardia privado en Lima” (se refiere a la Cía. de Seguridad FORZA que presta servicios de seguridad a la empresa minera desde 1992 hasta hoy). En: el periódico Suizo Neue Züricher Zeitung, 13.11.93. Debo la referencia y traducción de este texto a Eva-María y Kajo Aicher, Tettnang, Alemania.